“Explorar nuevos lugares es abrir una puerta a un mundo de posibilidades infinitas.”
GRAN MURALLA CHINA
En la realidad, la Gran Muralla china no tiene nada que ver con esta imagen bucólica y desértica; se calcula que cada año, algún tramo de los 9.000 km con los que atraviesa el país son recorridos por más de 10 millones de visitantes. Y es normal, porque es un monumento con una historia magnífica: se tardó en construir un milenio y no consiguió su objetivo; evitar que los mongoles entraran en China. Los tramos más accesibles para recordarlos están cerca de Beijing.
GRAN PIRAMIDE DE GUIZA
Es la única maravilla del mundo antiguo que queda en pie y, como tal, debería ser de visita obligada para todos aquellos que adoren las civilizaciones clásicas. A menos de 20 kilómetros de El Cairo se encuentra este fascinante lugar, donde se erigen las tres pirámides, que datan de 2.500 antes de nuestra era y que servían como enterramiento para los faraones. Es necesario verlas en persona para tomar conciencia de sus dimensiones: la mayor, la de Keops, tiene 140 metros de altura y un kilómetro de perímetro. Las otras dos se llaman Kefrén y Micerinos.
MONT SAINT-MICHEL (Francia)
Se trata de un monumento impresionante y sobrecogedor, que se ve desde lo lejos y que sorprende cuando llegas en coche a sus cercanías. Parece un castillo, pero en realidad es una abadía situado en lo alto de un islote rocoso que queda completamente aislado cuando sube la marea (sí, el agua tapa todos los accesos para público y vehículos). Su origen está en un santuario construido a principios del siglo VIII en el lugar donde se cree que apareció tres veces el arcángel San Miguel.